Vocales de la Corte Suprema de Justicia y el arzobispo de Tucumán, monseñor Carlos Sánchez, coincidieron en la preocupación que les causa el incremento de la violencia en la provincia.

“Hay que trabajar por la pacificación de la sociedad”, dijo el prelado, al término de un encuentro con agenda abierta que mantuvo con los representantes del máximo tribunal de Justicia de la provincia.

El arzobispo consideró que es indispensable “achicar brechas sociales” e hizo un llamado a todos los tucumanos a sumarse a ese compromiso. “Cada uno desde su lugar, cada uno desde su responsabilidad puede contribuir, pero todos juntos”, arengó.

Sobre la instalación del debate por la despenalización del aborto en el Congreso de la Nación, afirmó que “el diálogo hay que plantearlo”. No obstante, pidió el respeto de la sociedad argentina -en especial de los representantes en ambas cámaras- al derecho a la vida. “(El derecho a la vida) es inviolable: nadie tiene derecho a decidir sobre la vida de otra persona”, aclaró. Y añadió: “va más allá de la fe, mucho más allá”. En esta línea bregó por la defensa de la vida humana “en el seno materno, a lo largo del crecimiento de los niños y durante la madurez de los adolescentes y de los jóvenes”. “También afligen los suicidios, las adicciones a las drogas y la desunión de las familias”, agregó Sánchez.

El arzobispo también se refirió a la reciente polémica, generada por la difusión de los sueldos que perciben los representantes de la Iglesia Católica. “¿Cómo se sostiene la Iglesia? ¿Cómo se sostiene la función social de la Iglesia? ¿Cuántas obras sociales hace la Iglesia?”, se preguntó monseñor. Y negó que el salario que perciben los funcionarios religiosos sea un “sueldo personal, para el sacerdote”. Aseveró que es una ayuda para contribuir al trabajo de esa institución. “No somos empleados del Estado”, retrucó. Y agregó que si el Estado contribuye con un aporte, se debe a la función social que encara la Iglesia. “No entremos en un número solamente”, reclamó el arzobispo.

El prelado fue consultado sobre el caso de Facundo Ferreira, el niño de 12 años que murió en un enfrentamiento con la Policía por un disparo en la cabeza, y sobre el crimen de tres efectivos de seguridad. “Son tan dignos esos policías muertos como ese niño muerto”, respondió. “La justicia por nuestros propios medios no es la forma de resolver los problemas. Hay tanta agresión que debemos trabajar en bajarla y en recrear los vínculos”, expresó. E instó a todos los tucumanos a convivir en forma pacífica. “Hay que respetarnos en esa dignidad: el otro no es una cosa, no es un objeto, no es un animal, no es un peligro para mí. El otro es una persona, un tucumano -como yo- que pisamos la misma tierra”, reflexionó el sacerdote.

Por último, recalcó el rol de los políticos dentro de esa conflictividad social y precisó que los representantes locales deben impulsar políticas públicas necesarias para disminuir los flagelos en la sociedad. “Cada uno desde su lugar debe aportar: los medios de comunicación, la Justicia, los políticos, las Iglesias y las instituciones intermedias”, afirmó el prelado. “Jamás podemos decir ‘qué suerte’ o ‘menos mal que a ese lo mataron’, porque es mi hermano”, expresó el obispo.

“Yo soy tucumano y amo Tucumán, y me duele Tucumán y sangra Tucumán”, concluyó, con preocupación, Sánchez.

Coincidencias

Con el pesar del arzobispo coincidió el presidente de la Corte Suprema, Daniel Posse. El juez cree que reducir la violencia requiere de un trabajo articulado. “Esa tarea requiere de una mirada en el futuro, apostando a la educación y a la inclusión social”, enumeró.

Además, Posse afirmó que la convocatoria al arzobispo fue en un contexto de apertura hacia la sociedad civil, con la intención de conocer la visión de las distintas entidades locales sobre las principales problemáticas que atraviesan a la sociedad. “Lo fundamental en este momento es escuchar y transmitir: nosotros transmitimos nuestra preocupación”, advirtió Posse.

De la reunión también participaron los vocales Antonio Gandur, René Goane (decano) y Claudia Sbdar. En el cónclave, además, se abordaron temas como las adicciones, la inseguridad pero, fundamentalmente, la violencia en la provincia.